Demolición del hospital Santo Ángel

El Ayuntamiento de Navacerrada satisfecho con el proyecto de demolición del hospital Santo Ángel de la guarda de La Barranca: un sueño materializado.

Según lo acordado por el Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama el Hospital del Santo Ángel de la Guarda por fin será demolido en 2023.

El complejo, que consta de una edificación singular y tres construcciones singulares, fue construido en 1941 por el Patronato Nacional de Antituberculosos, al estar en un lugar idóneo para tratar este tipo de enfermedades pulmonares. En 1990, gracias a los avances médicos, cayó en desuso dado que los enfermos con estas dolencias ya no necesitaban de este entorno para sanarse; por lo que se reactivó como Centro de Enfermedades Mentales o Casa de Reposo hasta mediados de los noventa.

Desde 1995 la productividad de este edificio ha sido nula. Se han intentado a lo largo de estos 27 años de abandono, varios connatos para su reutilización.

En 2001 el Ayuntamiento de Navacerrada, como propietario de los terrenos y el Instituto Madrileño de Desarrollo y su Grupo Empresarial (IMADE) de la Comunidad de Madrid, como propietario de la edificación formaron el Consorcio de “La Barranca” para su promoción y puesta en valor, sin llegar a materializarse ninguna propuesta.  Tuvieron varias, desde la implantación de una Escuela de Hostelería hasta el proyecto de rehabilitación para Colegio de Excelencia para niños de altas capacidades.

Los años fueron pasando y los edificios deteriorándose, hasta presentar una situación irreversible de ruina. Este estado ha sido la gran preocupación de Doña Ana Paula Espinosa Izquierdo, alcaldesa de Navacerrada, quien ha mantenido a lo largo de estos últimos años diferentes reuniones, acompañada de Servicios Jurídicos de Urbanismo del consistorio, con la Dirección de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, para mostrar su intranquilidad por el abandono y la falta de seguridad y mantenimiento.

Tras diferentes consultas a Consejerías sobre la posibilidad de darle un nuevo uso y no obtener ninguna actuación viable, la Dirección General de Medio Ambiente y Sostenibilidad considera la demolición la solución más conveniente por su estado de gran deterioro y así poder recuperar el terreno para que se quede integrado en el entorno de gran valor ambiental. Para el derribo se evitará la explosión y se realizará de manera mecánica, con una fase manual, para que el impacto sea menor. El coste estimado será de aproximadamente 3,5 millones de euros.

Doña Ana Paula Espinosa Izquierdo, ve esta actuación necesaria para acabar con este foco de peligro, ya que el edificio era un lugar atractivo a la par que poco seguro, para algunos jóvenes que entraban de forma ilegal.

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